16 de noviembre de 2010




Borrosos, sin conexión, así eran los recuerdos.
Dejé de forzar la memoria, si no recordaba, quizá fuese mejor.
Dejado todo atrás, seguí bebiendo. Decido acompañar la situación de música, conecto mi mp3 a los altavoces, y lo configuro en modo aleatorio, que él decida qué canciones debían coronar tal celebración. Una tras otra, canciones a todo volumen y que invitaban a la festividad se agolpan en mis oídos, el ritmo acelera mi corazón y lo hace bailar a su compás.
Como loca bailaba por toda la casa acompañada de mi botella de cava, no había quien me parase.
Llego a mi cuarto, la locura crece, empiezo a saltar en la cama, a gritar, a sonreír, a no pensar. Me dejo llevar.
Cuando de un salto bajo de la cama, golpeo sin querer una cajita de la que salen muchas fotos. Me paro a mirar. Entonces todos los recuerdos se volvieron nítidos y pasaron deprisa. Pegué un trago largo a mi compañero Sr.Cava, detengo los recuerdos.
Vuelvo a sonreír, vuelvo a escuchar la música, miro las fotos de nuevo. Reconozco su cara, no puedo evitar soltar una carcajada. Siento frío.
Recojo las fotos en la caja y me la llevo al salón. Me siento en el suelo y busco mi paquete de tabaco. Con el placer que siempre acompaña este vicio, enciendo un cigarro. Saco las fotos de la caja, veo su cara otra vez, en otra foto, sonreía. Suelto el humo contra aquella cara sonriente, espero, no desaparece, así que sito el cigarro encendido sobre aquella cara que parecía imborrable . En apenas unos segundos la cara desaparece, al fin.
Ahora la que sonríe soy yo.

Adiós, definitivamente te echo de aquí, de mi vida, de mi todo.




27 de octubre de 2010



Abrí los ojos.
La luz que entraba por las rendijas de la persiana era anaranjada, no debía de ser nada temprano. ¿Cuánto llevaba durmiendo? Maldita sea, no recordaba nada. ¿Cómo llegué a casa? A gatas, seguro, como cada vez que salgo para olvidar. Pero esta vez no era como las demás, no, me sentía diferente.
Igual seguía borracha, o quizá solo era la ignorancia a causa de la falta de recuerdos, pero, me sentía bien, contenta. Llevaba mucho tiempo buscando esta sensación, y al final, sin saber cómo, había llegado, así, sin avisar. Así que como buena anfitriona la recibí en condiciones, me levanté tambaleándome, con dificultad llegué a la cocina, abrí la nevera y encontré la botella de cava que llevaba guardando desde hace dos años, esperaba para esta ocasión.
La abrí despacio, no estaba en condiciones de dármelas de experta. Y ¡PAMMMM! el tapón salió disparado. Mi mano se bañó en cava, de reserva, qué nivel. Olía bien, a felicidad, a libertad, me sentía como esas burbujas inquietas que suben hasta la superficie. Inquieta.
Empecé a beber de la botella, las burbujas refrescaban mi garganta. En ese momento un escalofrío recorrió mi cuerpo, los recuerdos se acercaban...


25 de julio de 2010

Punto muerto.



Date un tiempo, empieza de cero, esfuérzate, preparalo bien.
¡Corre! En seguida llegará, tiene que estar todo listo, a su merced, en bandeja de plata.
¿Pero qué haces?
¡VAMOS HAZLO!

¿Para qué? pues no sé, para que se sienta a gusto e importante, para que tenga protagonismo, para que vea lo que puede hacer una y otra vez contigo, para que se de cuenta de lo estúpida que eres por reconstruir tu corazón sin antes haber construido una fortaleza para protegerlo...¿te parecen pocas razones? bueno pues aquí tienes más; para que no te aburras y tengas algo que hacer mientras él no está, para que tengas la falsa ilusión de que te recuperarás, de que aprenderás, de que mereció la pena.
¿Y por qué no hacerlo? bueno, porque para eso tendrías que dejar de quererle, tendrías que quererte a ti misma y eso sería muy egoísta ¿no?, y él no lo ha sido, para nada, te quiso a su manera...¿cuál era? eh...ya sabes utilizarte, bueno no era utilizarte era mostrarte su "cariño" cuando él lo creía conveniente, no cuando tú lo necesitases, pero lo importante es la intención ¿no?. Además se lo debes, no estuviste a la altura de la situación, seguro que hiciste algo para que el te tratase así. Si, seguro que tú tuviste mucha culpa.

Bueno ya está, sabes lo que tienes que hacer, no sé qué haces pensándolo, total siempre terminas haciendo lo mismo, sigue la rutina, hasta que te agotes y te des cuenta que te has destruido a ti misma por salvar tu amor por él. Vamos, no sé qué dudas, sabes que en cuanto lo vuelvas a ver se caerá todo tu orgullo, ese del que alardeas, que luces con quien no debes y que en estos momentos que de verdad lo necesitas no está, con él nunca está, es un cobarde, se esconde detrás de tu corazón y tú no sabes encontrarlo.
¿Te molestan las verdades? tampoco haces nada para cambiarlas. Es gracioso, te asombras, no me digas que no te habías dado cuenta antes de lo estúpida que eres, tu masoquismo se vuelve extremo, miratelo es un gran problema.

Ya vale de charlatanería, ¿ya has tomado la decisión? ¿volvemos a la rutina?...
¿No? ¿Cómo que no? Ah...que vas a ponerle solución al problema...¿Cómo? Ah si claro, como haces casi siempre, HUYENDO. No, no me digas lo de siempre, que sólo necesitas tiempo para aclararte. Sabes que es mentira, que sólo buscas poner distancia de por medio, pero sabes que no funciona que jamás te enseñaron a olvidar, sabes que 2 semanas no cambiarán nada, como no lo han hecho el resto de semanas desde hace tanto tiempo. Está bien unos días, pero a la vuelta todo vuelve a basarse en el desánimo, las canciones tristes y las lágrimas ahogadas en alcohol.
No lo entiendes, no te das cuenta que siempre es lo mismo.

El mismo problema y la misma falsa solución, siempre te funcionó, pero es que quizá las veces anteriores el problema no era tan real como ahora, quizá entonces no estabas de verdad enam... ¿No quieres oír la palabra? ¿Por qué? ¿No te cuadra? Bueno verás tal como estás actuando y tal como te sientes, creo que es la palabra que te define. No te hagas la tonta, quizá hayas engañado a todo el mundo, pero no a mí. Asúmelo, y cuando lo hagas, entiende que no podrás cambiar lo que hay, que hagas lo que hagas no puedes seguir así, que el tiempo pasará y borrará el dolor, o por lo menos lo ocultará un poco, hasta que venga alguien a desenterrarlo...otra vez.

30 de junio de 2010

Distancia.

...desde Mallorca todo parece más fácil...


No podemos obligarnos a empezar de cero.
El momento ideal para olvidar llega sólo, cuando menos te lo esperes, pero cuando más lo necesites.
No se busca, él sabe encontrarte, y cuando lo haga conseguirá que todo el dolor desaparezca,
te permitirá recuperar el tiempo perdido, ese que malgastaste llorando por quien no lo merecía.
Ahora sólo queda no dejarse llevar por el regreso y no mirar fijamente a los recuerdos, no vaya a ser que vuelvas a perder esta oportunidad.




Hola, nueva YO.




14 de mayo de 2010

Tiempo.



Se dejó llevar por los demás, y por su dolor, y en vez de tomar una decisión que la hiciese feliz, eligió la peor.
Eligió hacerse más daño, para luego tomar otra decisión, terminar con lo que había dejado a medias. Pero no lo terminó con un final feliz, si no con un final que terminó no siendo un final, si no un punto y aparte. Y después de ese punto y aparte volvió el dolor, pero no vino solo, vino acompañado del odio, de la malicia, del orgullo, de la falsedad y del rencor. Eran un grupo un tanto siniestro.
Ese grupo maleducado y gamberro intentó echar a su felicidad, a su esperanza y a el poco amor que la quedaba por ella y...por él.
En su interior se libraba todos los días una dura batalla, una batalla que la estaba agotando. Nadie la ayudaba, nadie podía ayudarla, esto era sólo cosa de ella. Pero ella se encontraba perdida, y por más que lo intentaba no veía la salida adecuada. Así que lo dejó todo en manos del tiempo, ese que dicen que suele solucionarlo todo.
Y todavía sigue esperando que el tiempo resuelva su vida como ella no supo hacerlo. Espera que el tiempo tome las decisiones que ella no supo tomar. Espera que el tiempo mire por su bien, como compensación, por la gente que no lo hizo. Y lo más importante, ella espera que el tiempo le haga a él quererla.



7 de mayo de 2010




Nunca pensé que lo haría, pero lo hizo.
Volvió, el 15 de Marzo de 2009 volvió a buscarme. Después de 6 meses intentando convencerse de que no era importante para él y de que todo lo que sentía no era más que una confusión por pasar tanto tiempo juntos, volvió, después de darse cuenta por supuesto, de que SÍ me necesitaba, y mucho.
Llegó con la excusa de que quería saber cómo me iba, pero los dos sabíamos que no venía para eso, si no para recuperarme.
Pobre desgraciado. El muy iluso pensaba que después de haberse portado como un cabrón abandonándome, volvería a caer a sus brazos. Yo no derramo lágrimas dos veces diferentes por la misma persona.
Eso no quiere decir que no le quisiera, por supuesto que le quise, mucho, quizá hasta demasiado, pero a lo largo de mi corta vida (tengo 23 años) he aprendido a establecer prioridades basándome en las prioridades de los demás. Yo no fui prioridad para él, así que cuando salió de mi vida, me establecí como lo primero y único, en mi, para mi. No me iba a permitir caer.
Por el contrario él si cayó, tanto que volvió con el rabo entra las piernas, perro. Bueno, no le culpo, ya lo había perdido todo, no tenía nada más que perder, algo de dignidad quizá, pero creo que eso no le importaba.
Y a mi no me importaba él, siguió intentando acercarse a mi, pero yo lo tenía claro, hay clavos en el camino que sin darte cuenta puedes pisar y duelen, pero no iba a ser tan tonta de pisarlo dos veces para traspasarme el pie. No era mi estilo, nunca me fue el masoquismo.
Después de arrastrarse durante dos meses, decidió volver a irse antes mi negativa a darle una oportunidad. No dudo que algún día vuelva otra vez, no es por ser egocentrista, pero soy difícil de olvidar, y si no, pregúntenselo a él.




22 de marzo de 2010



¿Lo sientes?
¿Sientes cómo te consumes al igual que un cigarrillo?
¡siéntelo! es lo único que sentirás a partir de ahora.
Ya no hay nadie a tu alrededor que quiera darte un poco de vida.
Nadie.

Bienvenida a la soledad, su viaje comienza hoy.
Puede abandonar cuando quiera, a su derecha encontrará las cuchillas que la llevarán a la salida.
Que disfrute del viaje.



20 de marzo de 2010



~

-Hey princess!
-Aren't you supposed to be in prison or something?
-Aren't supposed to be in the loony bin?
-I did my time, you should have done yours.
-I did enough. Surely Effy Stonem's not abandoning a party?
-I don't belong in there
-Neither do I, we've got a lot in common, me and you.
-Not any more.
-We're both stood in the rain. We're both be miserable.
-You're no good for me, Cook. You never were.
-If this was us meeting for the first time, I would do it all again. Everything. The fucks, the fuck-ups, everything.
-What's that supposed to mean?
-It means I still love you.
-Piss off.


11 de marzo de 2010

Nubla mi vista vista.
Calienta mi sangre, caliéntame a mi.
Hazme gritar. Cállame.
Transplántame tu saliva.
Déjame sin aire. Que sólo respiren los poros de mi piel.
El resto sobra, no necesito más.



Magnífico, como siempre.

Una experiencia expléndida y rejuvenecedora cada noche. Parece mentira, yo hablando de rejuvenecer, yo, con mis jóvenes 16 años.
A veces me comportaba como una mujer demasiado mayor, la gente te mete en la cabeza que tienes que comportarte, ser razonable, educada, magnífica. La mujer con la que todo hombre respetable (y con dinero, a poder ser) quiere casarse.
Que lo jodan.
Eso es lo que les digo yo a las normas y a las convenciones sociales.
Yo no quiero tener dinero (no abundantemente, digo) ni siquiera creo que quiera llegar a los 40 años, todo lo que tengo que hacer y vivir en esta vida puedo hacerlo antes de esa edad.
No quiero repetir experiencias, si repites lo bueno, termina perdiendo lo especial que fue la primera y única vez. La única cosa que no cumple esa norma es el sexo.
Y él sabía hacérmelo ver.
Él tenía 5 años más que yo. Curioso, ¿verdad?.
Todos estaréis asombrados, y quizá indignados. ¿Qué hace una jovencita así con un tío "mayor"? Hacerla feliz, eso hace. Algo que ninguno de los gilipollas de mi edad consiguió.
Digamos que yo siempre fui algo promiscua y digamos que ningún chico supo darme lo que necesitaba.
Bueno, pues un día todo cambió; 6 de septiembre de 2008.
Lo conocí en una discoteca. No voy a contaros toda la trama, quizá os interese porque seáis unos jodidos cotillas, pero a mi no me interesa rellenar vuestro tiempo con mi bonito flechazo.
Fue inmediato y tremendamente excitante.
Y desde entonces estamos juntos, más de un año siendo jodidamente feliz. ¿Envida? Seguro que si, sí, si supiérais todo lo que me hace sentir, si llegaseis a imaginar todo lo que me ha hecho cambiar.
Vivo el momento. He cometido mil locuras, y no me arrepiento de ninguna. Nunca. Todo lo que hice a lo largo de estos años tuvo su razón y su consecuencia, siempre lo afronté y seguiré haciéndolo.
Y quiero que sea a su lado, pero no podrá ser y eso es lo único que quiebra mi felicidad.
Está enfermo, y va a morir.
Sé que sueno fría, pero él me ha enseñado a tratar el tema así. Quiere que lo vea de forma fría, que no sufra demasiado. Dice que soy su mariposa, que me está ayudando a formar mis alas, y que cuando él no esté, seré yo quien tenga que volar, sin él.
No me gusta.
No me interesa volar si no está a mi lado, pero el insiste en que tengo un gran futuro por delante, que está seguro de que su misión fue enseñarme a ser feliz, a conseguir lo que quiero, a querer lo
efímero.
Sueno romanticona, bah. No lo soy, de verdad que no. Sólo él me hace hablar así, es mi única debilidad. No tengo más.
No he llorado nunca, lo prometo. No es que sea la típica chica dura que en el fondo es una llorica por las noches bajo sus sábanas, no. Simplemente no quiero llorar.
Pienso que las lágrimas son algo especial, que sólo debe ser derramado por algo especial también, algo que realmente lo merezca. Quiero que mis lágrimas caigan sólo el día que él no esté conmigo.
Me he planteado mil veces que será de mi cuando él no esté.
En primer lugar, quiero irme de aquí, lejos, al extranjero. Quiero dedicarme a pintar cuadros, a fotografiar bonitos paisajes, a mostrar lo que parece que no siento. Quiero vivir en un pequeño ático, en algún barrio no muy bien situado, en una calle de esas que nadie conoce, a la que nadie sabe llegar. Una calle que ni en los GPS aparezca, si eso quiero.
Y quiero que sea ruidosa, muy ruidosa, que no parezca vacía, no. Que el alboroto no me deje dormir por las noches, para estar en vela recordándole.
No quiero fama, tampoco me interesa que se me conozca o se me recuerde. Quiero que se le recuerde a él. Pintaré mil cuadros con su increíble e inmaculado rostro, que todos sientan lo perfecto que fue.
Quiero que todos lamenten no haberle conocido, no haber sido su amigo.
Quiero que se pregunten quién es, que les asombre tanto que vengan a que les cuente su historia. Quiero que nadie lo olvide, aunque no lo hayan conocido.
Quiero vivir por y para él a través de la vida, la muerte y el tiempo.


9 de marzo de 2010

How do you feel today?








Llega un momento patético en la vida de toda chica.
un momento Caótico.
¿Culpable?
Celos.
Darlos o recibirlos, las dos acciones producen el patetismo.
Analicemos las dos situaciones de celos después de una ruptura.
a) Darlos;
Seguramente sigues enamorada de esa persona o simplemente te importa y por ello quieres molestarle, para vagamente acallar tu rabia por no tenerle. Una bonita forma de ser una zorra.

b)Recibirlos;
Te da celos con otra. Hay dos posibilidades; o que el se encuentre en el punto que antes expliqué, o que de verdad ya no le importas una mierda y le da igual lo que pienses o sufras.

Bien, el caso "a" es claramente patético por tu parte.
El caso "b" producirá diferente reacciones según como seas tú:

- Le devuelves el golpe, es decir, le das celos con otro, hasta que terminas viendo que no merece la pena porque realmente el no va a volver contigo y le da igual con quien coño estés.
- Te hinchas a llorar hasta que no te quedan líquidos en el cuerpo y hasta pierdes peso.
- Te hinchas a helado de fresa o chocolate y a ver peliculas ñoñas hasta que alguien llama a una grúa para que puedan moverte del sofá y cierren con candado el frigorífico .

Me llamo Clara, tengo 17 años y he pasado por todos los casos. Patéticos. De verdad, qué pérdida de comida, de dignidad, de amor propio...¡de todo! Yo también me tragué todas las pelis ñoñas, tomé apuntes incluso. ¿Para qué? Para nada, nada se compara con la cruda realidad.
No existe el príncipe azul, queridas, quizá algo que se le parezca, pero nada más.
Aprende a estar por encima de ellos, empieza a ser tu quien maneje la situación, que el amor no te baje de tu altar, porque volver a subir es casi misión imposible.





7 de marzo de 2010


Siempre era todo igual.
Me refiero a nuestra relación, era una montaña rusa constante; las mismas bajadas, las mismas subidas.
El problema de abusar de la montaña rusa es que te terminas mareando y vomitando.
Y eso ocurrió, después de mucho tiempo ocurrió. Vomité.
Le vomité, le expulsé de mi.
A él, a su falso amor, a sus caricias sin sentido, a sus silencios, a su fría actitud, a su desprecio matutino...todo.
¿Y ahora?
Ahora vuelo ligera, sin rumbo, soy libre.


31 de enero de 2010

Promete no dejarme nunca.



- No me dejes...-su voz era casi inaudible.
- No lo haré nunca.- sonaba seguro aunque sus ojos esquivaban los de ella.
- Siempre me comprendes, promete que eso nunca cambiará, promete que siempre seremos almas gemelas, que estos momentos tan tiernos en los que con sólo escuchar el uno el corazón del otro somos felices no tendrán fin jamás.-era más un ruego que una simple petición.
- Sabes que será así, no hace falta que lo prometa.
- Promételo por favor...
- ¿Por qué?
- Quiero tener tu palabra.- estaba segura, con él siempre estaba segura.
- Me tienes a mi, eso es más que tener mi palabra.
- Los cuerpos se mueven, van y vienen..
- y las palabras se olvidan, se esfuman.
- Entonces si un día me dejas ¿qué nos quedará?- las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos, amenazaban con saltar.
- No te dejaré jamás, pero si un día pasa, siempre te quedará mi recuerdo.
- Los recuerdos también se esfuman.
- No, si sabes guardarlos bajo llave en tu corazón, si los guardas en cada poro de tu piel. El secreto está en saber guardarlos a salvo, que nadie pueda robártelos, que nadie pueda borrarlos, que ninguna otra piel modifique tu auténtico deseo. Y lo más importante, salvalos del tiempo, es el peor enemigo de los recuerdos.
- Y ¿cómo los salvo del tiempo?- sonaba calmada, sentirle cerca era lo único que podía tranquilizarla.
- Recuerda cada día, siente los recuerdos cada día. - su voz era cálida y tierna, y sus caricias suaves y lentas.
- ¿Y si quiero olvidar?.-entonces las caricias cesaron y su mano quedó rígida en en el brazo de Paola, ella se arrepintió de haber hecho la pregunta.
- ¿Quieres olvidarme?- sonó tajante y frío.
- No, no, ¡no quiero! pero si algún día me dejas por tu voluntad, en vez de porque nos separe la vida, si un día te confundes de piel y decides dejar la mía, querré olvidar. No querré recordar que un día tu corazón hizo latir el mío, tendré que buscar otro corazón que haga al mio latir.
- ¿Crees que eso pasará?
- No lo sé, espero que no, pero es la pesadilla que atormenta mis sueños, y quiero conocer la cura por si algún día los celos y la desesperación me enferman. Eres mi razón de vivir, y daría la vida por ti, pero si un día me traicionas, no creo que merezcas que mi corazón pare por ti.
Se hizo un silencio, Paola apartó la mirada y se levantó de la cama. No estaba segura de lo que había hecho o de cómo se sentiría él, así que huyó de la habitación en busca de un café.
- ¡Joder!.- estaba descalza y las baldosas de la cocina heladas, sus pies rechazaron el suelo inmediatamente.
Un cúmulo de sentimientos bloquearon su corazón, resbaló su espalda por la pared hasta estar sentada en el suelo del pasillo, era más cálido que las baldosas de la cocina. Escondió su cabeza entre las rodillas y las lágrimas que hace un rato sólo habían amenazado con saltar empezaron a caer deliberadamente.
Unos segundos después unos dedos empezaron a acariciar su cabeza, y a enredar su pelo, eran de él. Se agachó al lado de ella y la abrazó fuerte, como no la abrazaba desde el día que comenzaron a salir.
- No pasa nada, te entiendo, y si algún día eso ocurre, no te guardaré rencor si me olvidas. Pero quiero que sepas que pase lo que pase, eres tú a la única a la que quiero, la piel no cuenta, no es nada, todo lo que ocurriese sería cuestión física, pero tu superas eso. Tú eres yo, eres mi corazón, y si algún día hiciese algo de lo que seguramente me arrepentiría mi corazón también se pararía, porque mi piel habría traicionado a la parte más importante de mi, a mi corazón, A TI. Y eso jamás me lo perdonaría. Espero que nunca me condene a mi mismo a tal desgracia como la de tener que vivir sin ti, y espero que mi piel no me haga sufrir tal castigo.
- Te quiero.
- Y yo, pero algún día espero encontrar las palabras exactas para explicar este sentimiento que va más lejos del te quiero.


27 de enero de 2010



Nunca lo imaginó, ni se lo planteó, pero un día por sorpresa llegó y todo pasó tan deprisa que no tuvo tiempo de hacer las cosas bien. Dejó pasar la oportunidad por falta de coordinación; su corazón amaba, pero su razón odiaba.
Lo perdió todo por no saber ponerlas de acuerdo...



.We're self sufficient but blind.

24 de enero de 2010



Tenía que elegir entre tú y yo.

Obviamente después de todo lo que había pasado no te iba a elegir a ti.
Preferí, por una vez, quererme a mi.

5 de enero de 2010

Princesa.



Creció con los cuentos de hadas, pero a diferencia del resto de niñas, ella los vivía en su imaginación, ella creía. Día a día y a escondidas leía sus cuentos a pesar de su avanzada edad, ya no era una niña, se había convertido en una adolescente soñadora y sin vistas a la realidad.
Durante 17 años buscó al famoso príncipe azul, incluso de pequeña besó sapos esperando el milagro, pero nunca ninguno dejó su faceta de animal.
Siguió su búsqueda en los humanos, ninguno jamás se comportó como un príncipe, más como malvados bien daban la talla.
No se dió por vencida y cegada por su fe lo intentó con algunos más, pero ninguno consiguió hacerla feliz, por el contrario no recibió más que dolor. No era un dolor cualquiera, ese maldito dolor golpeaba fuerte los muros de su fe, acechaba inminentemente sus sueños.

¿Qué tipo de cuento podía tener una trama tan deprimente?

Este debía de tener un final muy fascinante, tanto como su dramática trama, y tan digno de ella como sería su príncipe.
Un día en su vida apareció un hombre cual apuesto caballero, cual buen amigo y guardián, que poco a poco su corazón ganó. Tras intensa amistad un día llegó ese esperado momento, el primer beso. No fue como esperaba, no fue como en los cuentos, pero igualmente fue sumamente especial para la joven soñadora, y la esperanza volvió a llamar a su corazón..y a su imaginación.
Noche tras noche la joven soñaba con un final perfecto, mejor que el de cualquier cuento. Pero la deprimente trama no había terminado y el apuesto príncipe no quería compromiso, era feliz disfrutando de doncella en doncella. Pero la princesa no estaba dispuesta a compartir al que se había convertido en su amor. Tras mucho tiempo, y después de haber perdido no sólo su dignidad sino también sus principios, e incluso su amor a sí misma, tras haberse dañado hasta niveles insospechados y haber sufrido lo que ni todas las princesas juntas hubieran sufrido, lo intentó por última vez y al príncipe se sinceró.
Sus palabras sinceras y cálidas no convencieron al príncipe quien quería mantener su libertad y calló sus lamentos con brusquedad.
Esa noche todo cambió para la princesa, nadie vió lo que ocurrió, sus sábanas las únicas testigo de su depresión guardaron una a una cada lágrima derramada por ese bribón. Maldito falso príncipe que su corazón robó y a cambió sólo dejó lágrimas y destrozos en su cuerpo e imaginación.
Fácil era la solución para terminar con esa tortura, pero no siempre lo fácil es lo que debe prevalecer. La princesa se dió una oportunidad, tal ser no merecía que ella terminase con su próximo amanecer.

Asique tomó una decesión: se encerró en su imaginación, y se prometió jamas volver al mundo real, apestaba tanto como los sapos que una vez besó.